GENERACIÓN CRISIS

La generación X la definen para todas las personas nacidas en los 70s y que vivieron su adolescencia en los 80s. Es, sin lugar a dudas, una pena el nombre ya que viene de una generación que le cuesta trabajo tomar decisiones, que su yo interno viene antes que nada y donde los valores pierden, por raro que se escuche, valor.

La generación vulgarmente conocida como la Y, es aquella posterior a la X donde la tecnología y la homosexualidad fueron temas que marcaron nuevas tendencas.

Para mi la generación Y se debería de llamar Generación Crisis.

Si volteamos hacia atrás somos una generación tan acostumbrada a la crisis que pocas cosas nos espantan. Nacimos en una crisis económica que aún no ha terminado. Ataques terroristas, guerras, narco, inseguridad, desencuentros emocionales, etc. nos han marcado.

No está padre.

Desconozco como se llamarán las generaciones cuando, si es que algún día sucede, me atreva a tener hijos. No sé si vayamos en la AA (no estaría chido porque me remite instantaneamente a los alcoholicos anónimos) pero me encantaría que no fuera una generación donde impere el miedo como en la mía.

Miedo a un préstamo para una casa en donde no sepa si va a venir una crisis y coy acabando de pagar una mansión, miedo a que los intereses de la tarjeta suban, miedo al asalto, miedo a los actos terroristas, miedo a la incertidmbre, etc.

Y es que hoy me está empezando a pegar esa carga generacional que traigo conmigo.

Hace pocos minutos estaba viendo un video del homenaje a Mouriño, lloré, lloré como si fuera mi gran amigo. No lo era, lo vi escasas 10 veces. Pero en un momento su hijo más chiquito agarra con fuerzas la foto de su padre, “lo abraza” y comienza a llorar.

Yo creo en Dios, pero esas cosas no debieran suceder. No es justo y el mundo si lo debería de ser.

Quizá me pega porque un apersona muy apegada a mi murió de la misma manera, pero creo que más me pega porque de pronto pierdo la esperanza y me angustia que la situación no mejore…

Es en esos momentos donde uno necesita que lo abracen y le le digan que todo estará bien, aunque bien a bien no sepan cuándo…

NUESTRO MEXICO

Son las 11:13 de la noche y yo sigo en mi silla giratoria frente a mi escritorio, trabajando.

Si, desgraciadamente he desaprendido los límites que algún día mis buenos padres sembraron para mantener un equilibrio en la vida.

Hoy parece que trabajo más de lo que hago cualquier otra cosa, incluso dormir.

Pero mientras esperaba a que estuviera listo lo que tengo que ver para poder ir escasas 4 horas a dormir pensaba… Qué pasa con este México Lindo y Querido?

Parece que pasan y pasan cosas y no logramos tocar fondo, nos seguimos hundiendo.

El narco tiene tomado al país, los asaltos se dan por minuto, encabezamos los índices de secuestros a nivel mundial (estamos por encima de Colombia), la gente muere de diabetes y los maestros marchan por las calles irrumpiendo el derecho de miles para exigir que les devuelvan el derecho de heredar las “curules” donde se regalan Hummers y cuentan con salarios de hasta $750,000.00 mensuales.

Alguna vez escribí que ya no quería estar aquí, que me iba a la Madre Patria, que aunque fuera, de indocumentada. Lo decía por mi y por nadie más. Hoy, por más patético o clichesoso que suene, estoy triste, y mucho. Me da una lástima horrible ver al México que algún día anhelé estando lejos desplomándose y sin ver el fondo del vaso.

Pero algo de todo lo que sucedió ayer hizo que me cayera un veinte, o una razón por así decirlo.

Calderón, con los ojos abrillantados y la vena de la frente saltona dijo que la lucha de Mouriño era porque siempre quiso entregarle a sus hijos un país mejor. Fuerte! Y más cuando pensamos que él (Mouriño) era una persona que no tenía por qué hacerlo, que él, más que muchos, tenía la posibilidad de empezar una nueva vida en el lugar que lo vio nacer. Y no lo hizo, aceptó a pesar de su edad, situación familiar, etc. luchar por algo que creía, por una esperanza de un país mejor.

Se me quitan las ganas, no saber cuándo esto irá a parar, me da miedo. Pero también pienso de vez en vez, que si creo en esto, realmente no me debería de ir, no me deberían de dar ganas de irme y me deberían dar ganas de quedarme a ver cómo lo que yo pueda hacer, tiene un efecto en alguien o en algo.

Los mexicanos somos el problema de México. Estamos retorcidos y maleducados. Creemos que siempre se puede, que sólo hay que encontrarle la forma, que que tanto es tantito y que no pasa nada si solo yo lo hago.

Pero así empezó el narco, así empezaron las marchas por toda la ciudad, así empezó el que robó y así empezaron las tranzas. Para el que la empezó hacerla una vez, rápido y ¨tantito¨ no iba a dejar gran rastro o grandes desastres.

Hoy, creo que todos, sin dejar a nadie fuera, hemos hecho algo para contribuir a este gran desastre. Todos nos hemos pasado un alto, o robado un mango con chile en Liverpool, o no jalarle al baño, o no dejar pasar al del coche de enfrente, o discriminar por la pariencia, o dádole dinero al chavo de la calle, o pagado mordida para entrar a un antro, o usar una “vía rápida” para agilizar trámites burocráticos, o apartado una bici en sppining cuando no está permitido, o no dejado la propina que debemos, o pedir prestado $5 pesos cuando sabemos que es regalado, o mentado madres de México siendo malinchistas, o tirado una basura donde no hay basurero, o o o o o

Así que no sólo debemos pedir que los otros resuelvan, tenemos mucho en nuestro día a día que resolver. Con cuestiones chicas y fáciles que hasta de pronto parecieran tontas, donde podamos marcar una diferencia.

Por qué no al salir saludamos al vecino, no le pegamos a la puerta de su coche, dejamos pasar 1 a 1 en el cruce, no nos pasamos el alto, no tiramos la colilla a la calle, nos estacionamos donde y cómo se debe, nos registramos en las oficinas sin hacer corajes, no dejamos el chicle en el cenicero sin papel, decimos por favor y gracias, manejamos con precaución y sin decir tantas groserías, dejamos propina, saludamos a todos en nuestros trabajos por su nombre, deseamos buenas noches y nos reímos un rato.

Como dice la canción, tengo ganas de que tengas ganas… de que esto sea mejor, de que salgamos todos juntos y podamos pensar en un país con futuro. Porque hoy supongo que a varios se nos quitan las ganas, de pronto, de seguir poblando un mundo que está así de complicado.

…mientras escribo y espero mi pizza me marcan para decirme que asaltaron al repartidor. HASTA CUÁNDO VAMOS A TOCAR FONDO????? QUIERO LLORAR…

MARCHÉ

Lo hice por varias razones. He sido victima más de 5 veces de la inseguridad de esta ciudad. La peor, acabe golpeada y dentro de una camioneta. Hoy lo puedo contar pero sigo aterrada. Me detengo 15 metros antes del coche de enfrente por si viene alguien tenga espacio para moverme, ni de chiste bajo la ventana, no camino por la calle, no confío en la gente extraña, no voy al cajero en lugares abiertos, volteo al retrovisor constantemente para que nadie me esté siguiendo, me dan miedo los policías y añoro con vivir en otro país. Otra razón es porque a pesar de que sueño con vivir fuera, creo que es un país que tiene todo para salir adelante, creo en el y creo que pudiera, si todos, incluyendo gobernantes, mafiosos, dinosaurios y demás animales quisiéramos. Estando fuera he extrañado mi país como nada, probablemente más a su gente, pero como dice la canción, este es mi país esta es mi gente… También fui por mi abuelo (q.e.p.d.) porque fue hijo de un cristero asesinado, porque inició con sus creencias un movimiento universitario y porque el día que vió a un partido al acostumbrado en el poder lloró por primera vez en su vida, ya todo había tomado destino. Y finalmente fui por mi, porque no podñia quedarme callada. Ahora creo que ese silencio no sólo existe por no ir a la marcha, sino alpasarme un alto, al mentarle la madre al de enfrente, al pensar que puedo “ahorrarme” el estacionamiento si “consigo” el sello, etc. Me encantaría creer que puedo llegar a ver los efectos de un México mejor, me encantaría un día llorar por la misma razón que mi abuelo.

ESTE PAÍS ES UNA PENA, MIOPIA TOTAL

Hace exactamente 5 minutos que “vote”. Me detuve en la casilla ubicada en Av. Toluca y la calle Don Manuelito, Colonia San José del Olivar, Delegación Álvaro Obregón. Me baje en medio de la lluvia y me encontré con un puesto de venta, literal. Antes de solicitar la credencial de elector me “ofrecieron” playeras en contra de la reforma a cambio de un donativo a mi gusto. (Indignación no. 1 que con el dinero que pago de impuestos se produzcan souvenirs antirreforma y se gaste en una encuesta donde las preguntas están sumamente sesgadas) Entregué mi credencial y me dieron 2 boletas. Me considero una persona estudiada y ambas preguntas están mal planteadas. Tan confusas que a el promedio le cuesta responder, sólo iban con la consigna de contestar que NO. Vote, en la urna de las hojas verdes había que poner la hoja rosa y viceversa. (Indignación no. 3 ni siquiera utilizaron bien los recursos para capacitar). Mientras me ponían la tinta indeleble en el dedo se acercó un señor de aprox. 50 años de edad de apariencia humilde a solicitar más de aquella tinta indeleble porque si no no le iban a entregar la “torta”. (Indignación No. 2 es el colmo total que se sigan acarreando a personas a este tipo de incongruencias; una vez más con dinero de TODOS los ciudadanos y no sólo los que están en contra de la reforma) Bastante enojada pregunté al señor de qué se trataba su “torta” y me contesta quitado de la pena: Cada vez que nos llevan a algún lugar o votamos nos entregan una torta allá en la Era (colonia humilde vecina de la casilla). Me subí a mi coche de regreso a mi casa con ganas de llorar. Tengo 27 años y mi país es una pena. Estamos gobernados (por lo menos en la ciudad) por gente que no quiere avanzar. Es una pena que casi todas las áreas de gobierno manejan a su gusto sus “poderes” y muchas de ellas van en contra de las garantías individuales. Tengo 27 años y no le veo futuro a este país . Tengo 27 años y no creo que los políticos quieran un mejor país; creo que más bien quieren popularidad y más dinero para su familia.

P.D. Esta carta iba dirigida a muchos líderes de opinión que no tuvieron los pantalones de publicar sus mails.

DICHARACHERA

El otro día así me dijeron; y todo por haberme aventado a lo largo de una comidita (cena) dos que tres refranes y/o dichos.

Pero debo aclarar que todos ellos fueron a manera de burla ya que: NO CREO NADA EN LA SABIDURIA POPULAR. Por qué? Porque es contradictoria, inconsistente y poco esperanzadora.

Me explico.

Del amor existen varios, para mi ninguno cierto: (1) quien bien te quiere te hará llorar, (2) amor con amor se paga, (3) dejalo ir, si regresa es que sierre fue tuyo, si no es que nunca lo fue, (4) al amor mal correspondido, ausencia y olvido, (5) a la mujer ni todo el amor ni todo el dinero, (6) a donde el corazón se inclina, el pie camina, (7) ama a tu prójimo como a ti mismo, (8) al amor lo pintan ciego y con alas, ciego para no ver los obstáculos y con alas para poderlos superar, etc. etc. etc. Si se fijan, muchos de ellos se contraponen.

Y así existen refranes de todo tipo: (1) camarón que se duerme se lo lleva la corriente, (2) al que madruga Dios lo ayuda, (3) no por mucho madrugar amanece más temprano, (4) a buen amigo, buen abrigo, (5) a enemigo que huye puente de playa, (6) en martes no te cases, ni te embarques ni de tu casa te apartes, (7) al pan pan y al vino vino, (8) ojo por ojo diente por diente, (9) febrero loco marzo otro poco, (10) es mejor deber dinero y no favores (11) más vale un pájaro en mano que cien volando, etc. etc. etc. etc.

Todos estos dichos y los demás que existen surgieron porque seguramente a alguien algún extraño día algo le pasó; pero por qué nos ha de pasar a todos lo mismo???

Yo no creo que en nada de eso y me pone de malas que la gente crea. Creo que puedo yo hacer mi destino, que puedo yo decidir que pasará o que no, creo que si algo quiero lo puedo conseguir. Nadie dijo que sea fácil, pero como dice la campaña de Adidas (jaja) IMPOSIBLE IS NOTHING!