Creo que me pasé un poco con el título de este post; pero así me he querido sentir de vez en vez.
Siempre, aún antes de haber sido residente de otro país, he querido vivir en otros países; y hoy me pregunto, si no lo hago pronto, cuándo? Me espero a que mi “marido” sea VP de alguna región y cruzo los dedos para que sea en algún lugar fuera de Gaza… NO! Me espero a terminar la carrera y conseguir una maestría “fuera” de las inmediaciones de la UNAM… NO! Me espero a ser a que me manden de mi oficina abrir la sucursal en otro país… NO!
Entonces qué?
Lo he pensado infinidad de veces, a dónde me iría? Y la respuesta es simple, a miles de lugares! Desde Canadá, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Argentina, Chile, España, Portugal, Holanda, Inglaterra, Noruega, Alemania, Italia, Francia y hasta Australia. Dudo que me iría a Oriente, pero quizá es porque no conozco.
Creo que el vivir en una ciudad diferente a la tuya te abre por completo; te sale, por un lado lo pro México y DF jaja que suena curioso pero así es, y por otro te complementas de tal forma que nunca vuelves a ser el mismo. Raro! Creces a máxima velocidad y te vuelves un poco menos subjetivo en relación a uno mismo y al mundo de nuestro alrededor!
Y es que cada vez que viejo resurge esta gran necesidad interna de volverme ciudadana de otro lugar, de una ciudad llena de rincones y secretos, de una ciudad llena de cultura, llena de gente viva y llena de oportunidades para ser, ver y crecer. Y es que probablemente sea ese encuentro con uno mismo que le de el sentido de “crecimiento a máxima velocidad”, o esa “confrontación” de ideas y estructuras.
Algún día estaré en este mismo espacio, pero escribiendo desde otro lugar. Me lo tengo que cumplir!