MEJOR GIMNASIO

La semana pasada tuve una experiencia sensorial en el gimnasio (la palabra CLUB, al escribirla, me remitió a club social y me dio roña!; llamémosle mejor gimnasio donde la palabra misma nos remite al ejercicio).

Corrí durante casi una hora junto a una persona, hombre en este caso, que no se daba cuenta que el olor que despedía su cuerpo me estaba matando. Olía a ácido. No se si algo tenga que ver su dieta alimenticia o simplemente la carencia de desodorante.

Mientras yo arqueaba y escuchaba Caruso en mi ipod, el hombre bofeaba como si nunca en su vida hubiera corrido pero como si los kilos de comida iraní que consumió el día anterior le hubieran provocado tal culpa que se estaba forzando a correr y quemar cientos de calorías para no quedar más gordo que ayer.

Ese no era digno olor de viernes, este era un “perfume intrigante” que lo único que generó en mi mente fue una idea de cortina de aire como las que acostumbran en ciudades donde la nieve es más común en la calle que en las “neverías” o “heladerías” para calentar las entradas y salidas de edificios y no permitir que el aire “caliente” se cuele y le de entrada al “frío”.

No es que me vuele las ideas, se llama reingeniería. Pero en los gimnasios deberían de colocar cortinas a las salidas/entradas de los vestidores que “disparen” desodorante potente para que estos “hombres” no nos hagan el correr un suplicio.

Lo peor, cuando pasé a peso libre, el “hombre” decidió seguirme, y hacer “pesosmuertos” a mi lado!

Ahora entiendo un poco más a Patrick Suskind… mi olfato ultrasensitivo tampoco me hubiera permitido haber nacido en un mercado, en el puesto de pescado!

CÓMO ESTÁS?

Si hubiera un contador que cuantificara la cantidad de veces que esta frase se utiliza en el transcurso de la mañana, nos faltarían casillas para contabilizarlas…

Hoy llegue “medio” temprano a mi oficina, razón por la cual ya casi todos los “empleados” (menos yo) se encontraban en sus cubículos. Saludé a cada uno de ellos y todos, sin excepción dijeron esas dos palabras juntas: “Cómo estás?”

Algunas veces venía acompañado de; “bien, y tú, cómo estás?” (lo cual respondía a mi pregunta con las mismas dos palabras), otras veces era sólo “cómo estás?” y la última persona dijo: “cómo estás de pie con esos tacones?”, pero al final, el “cómo” y el “estás”, estaban presentes.

Lo triste es que dudo mucho que a los que preguntamos nos interese realmente cómo están todos a los que les preguntamos; o a poco estámos preparados para recibir tremenda respuesta de milminutos??? Porque contestar cómo se encuentra uno, es tema palargo! -tienen tiempo???-

Mucho nos espantaríamos si al hacer la pregunta la contraparte garraspea un poco para limpiarse la garganta y se arranca… “Pues no muy bien, fíjate que ayer fui a mi grupo de AA y escuche varias historias desgarradoras. Hubo una en especial, la de una señora de 40, que fue la que más me impactó. Ella está divorciada y vive aún con su esposo. Está enferma de sus emociones, su marido es alcohólico y sus hijos adolescentes asisten a Al-Anon; un grupo tipo AA pero para los hijos adultos de padres alcohólicos. Al salir del grupo no tenía ganas de irme sólo a cenar, porque eso me hace sentir más sólo………………………………” Y así nos seguiría contando por varios minutos, y en el mejor de los casos (mejor porque eso diría que está en confianza y se está desahogando) horas.

Una respuesta que pocos tendrían contemplada dentro de su acortado y justo tiempo matutino. Pero entonces “paque preguntan”.

Yo propongo que preguntemos si realmente lo sentimos y nos interesa cómo está la otra persona (y sólo si estamos dispuestos a realmente escuchár cómo está). Si no, abstengámonos de esa muletilla al saludar a alguien, uno nunca sabe si por preguntar, dejamos al otro con las ganas de desahogarse. Mejor quédese en el “buen día”. “hola” o simplemente sonria, ya ve que es sumamente contagioso!

ORACIÓN DE LA SERENIDAD: “Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia” T. Morton

(para ti, que sabes que siempre estaré cerquita).