La mejor clase de mi vida la tuve en la Universidad. Sí, clase de que uno va y se sienta y toma apuntes y escucha a un ser, en aquella ocasión maravilloso hablar y hablar mientras uno se emboba.
Aquel personaje marcó una etapa en mi vida, primero con sus maravillosas lecciones de vida, luego con haber puesto su mano en mi frente en un día difícil, luego con una manzana, con interminables pláticas en vivo, por mail y por teléfono y aún hoy con el recuerdo.
No se por qué decidimos separarnos, él dice que porque empezó a sentir cosas raras yo creo que por tonta. Me enseño desde a agarrarle el gusto a la Academia (imagínense jaja) hasta poder darme cuenta que todo en la vida son símbolos y significados.
Hasa el día de hoy utilizo lo que aprendí en esa clase, lo que divagábamos a altas horas de la noche y la sensación de tener a alguien como él cerca.
Este post es sólo para agradecerle, para decirle lo mucho que lo quiero aunque lleve años lejos y para compartirle un espacio que no sería de ninguna manera si yo no hubiera estado en esa primera clase de Radio.
GRACIAS, GRACIAS Y DE NUEVO GRACIAS!