NO TOMO CAFÉ

Nunca, ni en postres. Osea quedan fuera expresos, cortados, americanos, europeos, capuchinos, machiatos, moka, frapuchino, mocachino, eclair de café, carlota de café, tiramisú o cualquier alimento, crema, medicina o estupefaciente que contenga altos concentrados de cafeina. Así que no entiendo cuando una persona dice: “Es como un café recién hecho a media noche mientras te preparabas para un examen” o “Lo primero que hago cuando me levanto es tomarme mi cafecito”. En primero lugar wakala, no me gusta, se me hace un sabor amargo, como si chupara una moneda vieja hecha caldo; en segundo, y más interesante aún: me droga. Así, literal, me imagino cosas, sudo, me dan ataques de angustia y la paso RE mal.

Por lo cual no tomo ni he tomado ni tomaré café en mi vida. Tampoco fumo, lo detesto, vivo con 3 chimeneas que no respetan ni el cuarto de la tele. Y no me gusta el whisky. Así que me puedo sentir bien porque nunca llegaré a ser adulta: no funo, no tomo whisky ni café! Yujuuuuuuu… Juventud divina!

FRUSTRACIÓN

En los últimos días he estado trabajando en algo “íntimo”. Que por cuestiones de ser compartida en la familia se lo enseñé a mi papá. Su respuesta me frustró y un gran sentimiento de arrepentimiento salió de mi: por qué se lo enseñé. Me dijo: esa que viene descrita ahí, no eres tú. OJO: Yo misma escribí esa descripción! Osea una de dos; o no me conoce o yo no me conozco lo cual sería peor!!!

MISSION STATEMENT

El inicio de 2008 es un excelente momento para empezar un Mission Statement, porqué… por qué no?

La verdad es que aunque llevo días en esto, lo quería terminar bien y como se debe.

… creo que tengo algo que decir, y lo mejor es que es algo en lo que realmente creo…

Han pasado cosas en mi vida últimamente que me han hecho reflexionar y decir: “creo que es momento de una pausa”. Básicamente ese sentimiento se dio cuando por primera vez en muchos años dejé de amar lo que hacía en el trabajo. Ya no existía ese sentimiento del satisfacción infinita, ya no amaba lo que hacía…

Y como durante mucho tiempo no dije lo que realmente pensaba, hoy pienso hacerlo. Dicen que las crisis son un punto de transformación… ojala así sea esta!

Creo que no he hecho esa acción que define una vida, pero también, creo que no me he puesto a prueba lo suficiente. No me he ido a vivir a un país lejano, no he estado en un accidente de coche trascendente, no tengo una enfermedad que me ha marcado, no he tenido hijos, no he provocado ni detenido una guerra, no he tenido un logro merecedor de un premio o algo por el estilo.

Hasta hoy he vivido y llevado una vida cómoda; tengo un lugar cómodo y bonito en donde vivir, tengo una camioneta y gente que me quiere. Pero no he tomado ese paso, ese riesgo que hace valer el aire que he respirado por 27 años y varios meses. Le he dicho “luego” a la mayoría de las cosas que requieren un verdadero sacrificio. Luego leeré un libro durante todo un fin de semana en vez de solamente de vez en cuando, luego iré a visitar a mi abuela que tiene casi 90 y no es capaz de saber la diferencia, luego acabaré la carrera, luego retomaré el francés, luego haré el viaje de mi vida, luego luego luego. Todo lo dejé para “luego” porque creía que mi trabajo era demasiado importante como para detenerme un minuto, y todo lo que dejé para “luego” podía impedir mi éxito laboral. Me gusta el éxito, pero creo que me equivoqué pensando que sólo podía existir en el trabajo.

Ahora, cómo transformar-me- en algo que me represente mejor y me de una mejor calidad de vida, un éxito personal? Cómo hacerle para que cuando me esté despidiendo de este mundo pueda decir que viví una vida feliz y que la disfrute plenamente?

Creo que sabiendo qué es lo que quiero de la vida sería un buen principio… para así dejar a un lado el éxito puro que me provocaba el trabajo y enfocarme en lo que realmente me apasiona y me trajo hasta donde hoy me encuentro.

Digamos que esto que estoy por empezar es una carta de amor a alguien a quien le tengo mucho cariño: a mi.

Porque además hay tan poco en esta vida que depende de nuestra propia creación, que si no lo aprovechamos, no vale para nada.

Así que manos a la obra, escucharé mi voz interna, que suele ser fuerte y estar en lo correcto, me confrontaré; bailaré por algo grande… me romperé una pierna como dicen los gringos.

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Me encuentro en una etapa de decisiones, estoy lo suficientemente grandecita como para tener un pasado y haber vivido muchos que hoy son recuerdos y por otro lado estoy a punto de empezar a tomar decisiones más trascendentales en mi vida.

Así que espero haber aprendido lo suficiente de mis recuerdos como para que me ayuden a vivir.

Primero propongo un ajuste en la actitud, poner bases y prioridades; primero lo primero. Quiero escribir no sólo lo que quiero ser sino lo que deseo. Y hay una gran diferencia.

Una vida no es válida de ser vivida hasta que uno tiene algo por lo cual morir, y eso es lo que me propongo: Vivir por una causa. Una causa que sean los demás, lo de adentro, lo profundo, lo verdadero, un objetivo.

Quiero empezar con esa lista que llevo prometiéndome varios días; la lista de deseos/propósitos/planes para este 2008 con fechas límite.

Pero como suelo ser estructurada, creo que la tengo que hacer en varios grupos; osea no hay límite en el número sino que más bien hay muchos temas por cubrir: salud, economía, corazón (sentimientos, emociones, amor), intelecto, entretenimiento, trabajo, familia, amistad y cultura.

O… BIG IDEAL… el mundo sería mejor si no me tardara tanto en escribir jaja!

VOLVERE?

Llevo casi un mes de no escribir en este lugar, lo raro es que es donde me debería de sentir más a gusto, ya que es, MI espacio. Digamos que en pocas palabras, no tengo ganas. Me siento frente al monitor y no se me ocurre nada, mis dedos no se mueven y mis pupilas se quedan inertes frente a un “nuevo post” que permanece por varios minutos en blanco hasta que decido cerrar la ventana.

La razón, la desconozco. No se si sea que me estoy convirtiendo en Scrooge y en estas épocas prenavideñas me acongojo y sufro y la inspiración muere; no se si sea por falta de interés o porque la cabeza simplemente se encuentra en otro universo.

El punto es, que me cuesta trabajo sentarme, darme un rato y escribir. Como al principio que fluía y yo escribía no una ni dos, sino hasta tres veces en un mismo día.

Lo extraño. Pero extraño más sentirme con esas ganas de poner “manos a la obra” o al teclado, y “dejar huella” en este espacio cibernético; o más bien, como me gusta llamarlo, en este MI espacio. –por cierto, no sé si ya les había platicado, pero tengo un constante afán por hacer de mi pertenencia las cosas que me rodean; MI cuadernito, MI oficina, MI gente, MI, MI, MI, MI, MI, no será parte del problema eso??? Jaja- Extraño tener ganas, tengo ganas de tener ganas…

Volveré…