SEÑORA… DE LAS CASI 3 DÉCADAS

En los últimos días varias personas me han llamado Señora. Lo detesto. Pero pensándolo bien, creo que ya estoy más pallá que pacá. La edad es una de las razones; la otra es que en lo últimos días habité en un hotel. Razón por la cual cada vez que le marcaba al conserje, operadora, servicio a cuarto o lo que fuera contestaban sin equivocarse: “Buenos días –tardes o noches según fuera el caso- Sra. ____ en qué puedo servirle”. Lo irónico es que incluso a cualquier hombre que estuviera conmigo –ahh jaja y no lo digo paque se me preocupe y diga que andaba con otros hombres jaja- le llamaban Sr. _____; así que no sólo le pusieron mi apellido a otros y los hicieron de mi pertenencia sino que ya tengo el título honorable de Sra. ganado. Chale. No me gusta. Me hace sentir vieja. Peor aún si amable señorita me comentó que con tanto sol mi vida mutante a pasa –si, las de la uva- venía a miles de kilómetros por hora a alcanzarme. Chale de nuevo. No quiero ser señora así que le pido a quien amablemente lea este post que me diga siempre señorita, sea o no, me hace sentirme más joven y jovial.

Pero bueno, debo aceptar algo antes de terminar dicha aclaración, el término me choca pero hoy –ya de regreso a mi natal ciudad de altura, no por la gente sino por los mts sobre el nivel del mar, llena de tráfico y con harta contaminación- me pase una tarde, o día de mismísima Señora. Me dormí una siesta por la mañana, desperté, me puse a cocinar, comí con la familia completa, disfrutamos la sobremesa, volví a dormir y ahora justo me dispongo a ver una película. Quien fuera Señora los 365 días del año!!! Jaja!!! Bueno, no los 365 pero si un día a la semana no me caería nada mal.

Tengo ganas de irme de vacaciones, no tengo llenadera!!!

SOLEDAD

No es la primera vez que escribo del tema, pero no soy tan buena en esto del blogging como para buscar dicho post y ponerle un link. Confiemos más bien en la memoria del lector y la mía. En dicho, o dichos posts, escribía sobre el miedo que me da la soledad. Desde la palabra hasta el hecho me genera un sentimiento escalofriante. Pero el punto de hoy es repertirme que perro que ladra más bien no muerde. Mi miedo es enorme pero la realidad es que he estado sola en muchas ocasiones de mi vida. Y es probable que a la mitad de esas soledades ni siquiera me haya sentido sola, probablemente me he creado un concepto de soledad en mi cabeza muy aterrorizador y la verdad de las cosas es que ni es para tanto. Pensándolo así probablemente ya ni me debería de dar miedo irme a vivir sola. Aunque esa idea todavía no me fascina, pero la realidad es que he estado muchas veces en mi vida sola; hoy por ejemplo estoy sola. De hecho llevo sola ya casi una semana. Sola por decir que no he convivido mucho con mucha gente. Y no me disgusta, de hecho me gusta porque me da chance de pensar mucho sobre mi (mi vida, mi situación, mis planes, mis sueños, mi cuarto, mi, mi, mi, mi, mi). Así que no es tan mala la soledad, o por o menos eso quiero pensar hoy que estoy sola.

También puede ser porque es tan chingón estar acompañada que la soledad por eso no gusta tanto.