Al parecer he descubierto que en los aviones insertan un químico en el aire que hace que uno piense más que en otros lugares. De hecho hoy voy a llevarme un poco del aire que hay aquí adentro para empacarlo y llevarlo a un laboratorio para que me digan qué es lo que contiene el aire de las alturas y pueda así insertarlo en mi oficina, en mi casa y hasta en mi coche…
Durante muchos años pensaba que las mujeres, en especial yo jeje, éramos propensas a vivir solas y en una constante búsqueda de aquella pareja o príncipe azul de la cual siempre nos hablaron. De hecho pensaba que yo viviría muchos años más si no es que el resto de mis días en esa búsqueda constante. Había momentos en los que incluso tenía pareja y esperaba que llegara el tan aclamado príncipe que me tomaría tal y como soy. Los tropezones de la vida y el esperar mientras se consumía la paciencia me fueron dando a entender que probablemente me tendría que conformar con un príncipe no tan azul. Y es que en ese ir y venir del pensamiento pensaba que los hombres eran mucho más suertudos que las mujeres pues ellos tenían la posibilidad de elegir. De hecho llegué a pensar que era mejor ser hombre en esta cuestión de las relaciones interpersonales pues son ellos quien en nuestra cultura invitan a salir, quienes deciden con cuál quieren, etc. Triste pero cierto. Yo incluso intenté en algunas ocasiones ser la que daba el primer paso y desgraciadamente no me acuerdo de ni de una ocasión en la que saliera bien vibrada. Me llegaron a decir que era una lanzada y que ellos no me habían dado a entender nada… Lo triste es que esas relaciones o esos intentos de relaciones me hicieron creer que sí, que los hombres tenían el sartén por el mango. Ellos decidirían cuándo invitar a salir, cuándo cancelar, cuándo invitar a cenar, cuándo a ver la tele en el sillón y así hasta tener ya una pareja. Pero no acababa ahí, ellos también serían los que tendrían o no la idea de vivir juntos, de dar o no un anillo y de querer o no hijos. Y seguramente divorcios, separaciones, viajes, etc. Jodida sociedad la que hemos armado en estos lados del mundo!
Afortunadamente yo me encontré a un ser fuera de esta tierra que no piensa tan así (no puedo decir que totalmente jeje) pero es padre sentir que uno puede pedir, decir y sentir sin que vaya a estar el comentario o la petición fuera de lugar.
Y es que ahora que estoy del otro lado puedo darme cuenta que también hay hombres solos, hombres que no encuentran a esa mujer que sus papás les contaron que existía… hombres de treinta y tantos años que salen con niñas de casi veinte para ver si ahí si encuentran. Feo. Y por qué no se encuentran con las mujeres solas a los treinta y tantos que también necesitan un apapacho? No es que quiera jugar a Cupido pero realmente me entristece ver gente sola… quizá porque he estado ahí y no es padre. Me acuerdo que lloraba y me preguntaba que si realmente no merecía algo, alguien? Y merecí y eso hoy me hace sonreír, ser feliz, no sólo por que él está en mi vida sino porque yo soy una persona mucho más completa porque puedo compartir –me-.
Y hoy quiero compartirme el ser cheff… no se si vaya a ser un cheff estudiado o un cheff autodidacta… pero lo voy a hacer. Le voy a dedicar tiempo y esfuerzo porque creo que me dará mucho, será mi gran hobbie, será mi escape y mi puerta a un futuro más alegre.
Y es que no se puede compartir lo que uno no conoce… como la nieve… si uno nunca ha esquiado es casi imposible poder decir lo que se siente, que la nieve es como polvo y no como un helado. Que da una especie de libertad el ir montaña abajo como muy pocas cosas. Así que para poder compartir y compartirme el ser cheff, voy a ser cheff! Ya vendré a platicarles! Incluso podría hacer mi blog como el de Julie… y chance y la gente podría donar $ para pagar mi curso de cheff jeje… y lo mejor es que así me dejarían de dar ataques de pánico!