Este año por razones personales y por otras no tanto la foto ha adquirido un sentido muy especial en mi vida. Me he dado cuenta –más- de que la foto es de los únicos –si no es que el único- recurso para realmente guardar recuerdos.

El escribir nos ayuda a describir y guardar emociones y situaciones; pero la foto dice mucho en tan solo una imagen; ni hablar de una serie de fotos.

En lo personal, cuando veo un álbum de fotos –que cada vez existen menos- se me llena la cara con una gran sonrisa… Puedo acordarme de música tocada en esos instantes, puedo acordarme de quienes estábamos en ese instante, puedo acordarme de lo bien o mal que me sentía respecto a casi cualquier cosa, puedo acordarme de lo que comíamos y lo mejor es que es una caja de Pandora que guarda las sorpresas y los recuerdos más bonitos y más relevantes.

Durante mucho tiempo yo no entendía a la gente que sacaba la cámara para todo. Yo hoy saco la cámara para todo –hasta un reciente incidente donde literalmente inundé mi bolsa… y con ella mi cámara… y dejó de funcionar, voy a comprarme de Reyes una!- o pido que saquen la cámara para todo. Es mi manera de no confiar en exceso en la memoria y saber que pasé lo que pasé ese momento está congelado en una foto. Además de que siempre existe este sentimiento narcisista en el que a uno mismo le gusta verse en fotos. De hecho, he llegado a pensar que si tengo un novio fotógrafo debiera de tomar un curso de modelaje –jeje que tal!- para que salga mejorcita en las fotos. Porque estoy convencida de que en esos cursos uno aunque no sea un Adonis aprende trucos y cositas que ayudan a la hora del click…

En fin, la modernidad y la era digital nos han ayudado a que renazcan los álbumes en mejores ediciones; ahora tenemos libros. Una era mucho más profesional.

Este año quiero hacer muchos libros, de viajes, de personas, de momentos y quiero tener una pared –la más especial de mi casa- dedicada a la foto. Estoy piense y piense en cómo solucionarlo ya que quiero poner tantas fotos que no se si el espacio me alcanzará. Poner fotos de cosas, de recuerdos y hacer un esfuerzo por una vez al año cambiar algunas de esas fotos por algunas que hayan mejorado en calidad o en significado a las ahí puestas. Me imagino en un futuro lejano tener una pared como la de Nora Walker y que ella hable mucho de quien he sido y soy en la vida –y somos claro está-.

Y bueno, si en un futuro no tan lejano empiezo a tomar fotos decentes que sean dignas deponerse en una pared quizá hasta me merezca un viaje de foto!!!

Lo que si quiero es que todos mis cuadros sean fotos… y sólo si algún día veo un cuadro que me sorprenda y mueva por dentro ese quizá si comprarlo. Bueno, y si me alcanza ya que hace no mucho ví un baobab de Alicia pero costaba más de lo que tengo en el banco jeje. Y bueno, otro que vi por ahí que no compré pero si le tomé foto!!!! Y se puede imprimir!!!!

Además imaginémonos a mis hijos, podrán conocer toda una historia a través de fotos. Lo que espero es que no se desesperen de que lo primero y lo último que verán cada día, desde el primero en sus vida será un lente de cámara y un flash…