MI SEGUNDO DESEO PARA EL 2010 – BEBES

Desde que tengo uso de memoria quiero tener hijos. Primero eran las Michelets que mi abuela me había guardado y eran de mi mamá. Después los Nenucos que eran bebes recién nacidos hechos de plástico. Luego tuve una –mi favorita por mucho tiempo- negrita. Pero ya era una “toddler”. Mi última muñeca fue Montse –¿¿¿coincidencias extrañas de la vida??? wuag- que era de trapo –jeje-. Pero ahora tengo ganas de una de carne y hueso.

El día anterior a la Noche Buena tuve una conversación con varias personas queridas en relación a los hijos. Había quien decía que era bueno, había quien decía que no todos estamos hechos para eso, que más tarde, que pronto, que después de la crisis de pareja que todas difirieron de la fecha en la que llega, que antes, etc. Yo me senté y escuche por horas. Hubo agresiones entre ellas y hubo quien casi estuvo a punto de llorar y otras a punto de hacer confesiones.

2009 fue un año que me lo aventé como Spidy Gonzalez. En lo emocional conocí al amor de mi vida, disfrute al amor de mi vida, empecé una nueva aventura con el amor de mi vida y hoy vivo con el amor de mi vida. En lo laboral pasé del enojo a la calma y ahora la esperanza. En las amistades recuperé a varias y eso me ha regalado muchas sonrisas. En el 2009 me dieron unas inmensas ganas de vivir la vida en estas nuevas etapas.

Y justo después de esa plática me puse a pensar… por supuesto que quiero hacer las cosas en su debido tiempo, pero cuándo es su debido tiempo? Cuándo es mi debido tiempo? Porque no es el mismo para todos. Hay quien se ha embarazado sin quererlo y es lo mejor que le ha pasado en la ida; hay quien ha querido tener hijos por mucho tiempo y cuando los tiene no sabe qué hacer con ellos, hay quien los hijos no es algo importante; en fin, hay miles de historias y a mi la que me importa es la mía.

Este 2010 me quiero regalar la posibilidad de pensarlo como posibilidad real. Por supuesto que en 2009 tomé decisiones rápido pero eso no quiere decir que sean precipitadas, anticipadas o erróneas. Al contrario, mi corazonada dice que son buenas y me enorgullezco de mi misma por haberlas tomado rápido y siguiendo mi corazón; sin importarme lo que mandaban estatus sociales aunque estos me tengan hoy un poco alejada de mi abuela. El aprendizaje de 2009 para mi fue que si estoy seguro de algo, por qué esperar? Me recuerda a aquel hombre que toda su vida dijo que quería tener un barco cuando se jubilara, el tiempo pasó y el señor sólo podía pensar en cuándo llegaría aquel momento. Cuando llego tuvo que utilizar su dinero para vivir y nunca pudo vivir su sueño.

Yo estoy segura de querer tener hijos. Sin sonar arrogante o inmadura creo que gran parte de mi naturaleza nació para ello. Para cuidar a alguien que es 100% parte de ti, enseñarlo, verlo crecer, darle vida, apoyarlo y después de varios años compartir una vida juntos. Me llena de ilusión el simple hecho de pensarlo.

Veo carreolas por todos lados, y no es que haya carreolas por todos lados; es que mi radar materno está encendido. Por eso me fijo en los bebés, en las cobijitas, en las mamilas, en las mamás embarazadas, etc.

Por primera vez hace no mucho me soñé embarazada, me soñé con mi bebé.

Veo a las mamás y a las abuelas y no hay una que te diga que no es lo mejor en la vida. Y quiero lo mejor de la vida.

No estoy diciendo que vaya a suceder en 2010, porque sé que o depende sólo de mi, ni sólo de la pareja, creo que también el destino juega una parte importante en la historia y uno sólo puede ponerse en sus manos. Lo que si quiero del 2010 es pensar en la posibilidad. Puede que sea pronto, puede que no. Y si tengo (tenemos) tantas ganas no hay razón para esperar a que sea políticamente correcto. Si queremos hagámoslo. Por supuesto que el día que me enteré será un shock, pero uno lindo. Dicen que uno no vuelve a ser el mismo después de un hijo. Y creo que es de lo que Tego ganas, de trascender, de compartir, de tener un producto de mi amor infinito por alguien, de cambiar, de volar, de hacer, de tener, de querer, de vivir, de revivir, de ser parte, etc.

Así que si corrieran las apuestas yo apostaría por mi. No por llegar primero, sino por tener y querer las ganas necesarias. Porque dentro de todo esto ni siquiera me acuerdo de la gran aguja o mareos. Es una apuesta conmigo misma, con mis ganas e ilusiones. Una apuesta que me haría aún más feliz ganar. Una apuesta que es la mejor apuesta del mundo junto con la del amor.

A ver qué me depara este 2010 en este tema, a ver qué hago yo (hacemos) con este tema en el 2010. Pero esperar años, para qué? Por qué? Si una de mis promesas fue siempre ser nuestra prioridad… sí, incluso sobre mis hijos. No es irresponsable, es responsable.

En 2010 quiero pensar en mi muñeca de carne y hueso…

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