El 15 de septiembre fui al Zócalo. Nunca lo había hecho, o por lo menos no al Zócalo de la Ciudad de México. Como dice Germán “ayquir” aunque debo admitir que es una experiencia sociocultural fuerte el resultado es gratamente positivo. Era un día lluvioso y la gente, incluyéndonos, estaba tapada hasta con gorritos para evitar el frío. Las calles se cubrieron de charcos y espuma que aventaba la gente entre broma y broma. Mi momento favorito no fue el himno ni los Viva México. Fueron los fuegos artificiales. Wow! Dicen que desde unos metros arriba se veían grupos musicales y un show de luces que por estar a nivel de cancha no pudimos ver, pero el espectáculo estuvo increíble. Lo que sí debo aceptar es que desgraciadamente en este país las clases sociales están marcadas por innumerables características que van mucho más allá de la zona geográfica donde uno habita o los gustos personales. En primera la raza pura tenochca es fea, y no habo del color, hablo de las facciones, el tipo de pelo (cabello dirían ellos) y la escasa estatura (ojo, aclaro que en ningún momento estas aclaraciones las hago en base a comparaciones conmigo ya que mido 1.55, promedio seguramente tenochca y mexicano). A distancia se reconoce quienes son de raza pura y quienes no. Ahora, no se si tenga mucho o no que ver las raíces de las personas con sus gustos pero el fanatismo por el gel (goma irían ellos) también es algo espectacular. Uno llega a ver obras de arte en las cabezas de aquellos que intentan la creatividad con todas sus letras. Picos, flequitos, relamidos, figuras, caireles, etc. Otra característica son los looks, los piercings, los pelos en la cara, la moda “ruda”, el exceso de accesorios, etc. Pero creo que lo que mas resalta son los modismos y las formas de comportarse incluyendo la forma de hablar. Todos hablamos español pero hay palabras desconocidas entre los distintos grupos. A mi no me queda claro dónde están estas famosas líneas divisorias entre los distintos grupos pero me di cuenta que no pertenezco a la gran mayoría de aquellos que estaban presentes ese día en el Zócalo. Pero también me queda claro que no pertenezco a los de la boda de antier o a los de la fiesta de ese mismo 15 de septiembre. Será que me siento fuera de lugar constantemente?