EN EL MUNDO LABORAL DE LA MUJER

Algo tiene de atractivo –y no sé exactamente qué- el típico personaje de película como el de Sandra Bullock en su última película. Lo mismo me pasó con Merryl Streep en el Diablo viste a la moda. (Chale no crean, no siempre veo chickflicks) Esa mujer omnipotente a la que la gente en el trabajo se le cuadra, que viste perfecto, es una gran ejecutiva, es admirada por muchos, etc. Probablemente sea porque en algunas cosas me veo reflejada y porque en las que no, quisiera ser como ellas –bueno, está bien, no en todas-.

Bien saben mis dificultades laborales, pero pocas veces me he puesto a pensar que también he adquirido ciertas actitudes de esos aguerridos personajes masculinos con el fin de “ser más respetada”, con el fin de “que me den mi lugar” e inclusive con el fin de “comportarme un poco como ellos” y “ser parte”.

Es muy triste el lugar que nos ponemos a jugar las mujeres en el mundo corporativo. Nosotras mismas somos las que nos ponemos por debajo de los hombres. Por supuesto que la historia no está de nuestro lado pero desde antes de ni siquiera saber el terreno que pisamos ya damos por hecho muchas cosas.

Nosotras estamos acostumbradas a pasar todo antes que por cualquier otra parte del cerebro por la emoción, somos intuitivas por naturaleza, nos regimos por nuestro sexto sentido, nos tomamos las cosas personales, somos multitask, etc. pero no nos damos cuenta de que eso genera una barrera ante los hombres que son más prácticos, unitask, lo emocional lo tienen bastante olvidado y tienden a trabajar mientras traen una botella de Bacardi encima, algo que yo no puedo hacer.

Pero no estamos para tratar las diferencias entre el hombre y la mujer que además de ser un tema bastante gastado, no creo llegar a ninguna respuesta más avanzada que John Gray.

Pero las mujeres no debemos de intentar convertirnos en hombres para poder pertenecer. Sí hemos recorrido un camino mucho más empedrado que los hombres pero no por eso debemos de vestirnos como hombre, hablar como hombres, volvernos frías con tal de no involucrar nuestros sentimientos, querer que TODO sea exactamente igual, etc. Seamos lo que somos, mujeres, no perdamos esa maravilla; pero tratémoslo de hacerlo con cuidado, aprendamos de las actitudes de los hombres pero implementémoslas hacia como somos nosotras, pongámosle sal y pimienta a las relaciones laborales.
Y bueno, empecé este post diciendo que el personaje de Sandra Bullock me atraía y todo eso me hizo pensar en mi egocentrismo, en narcisismo o como quiera usted llamarle. Y me di cuenta que claro!!! Ya sé por qué estoy en este “mood”… pues es que soy Leo y estoy por entrar en mi “Luna”.

En fin, estoy cansada y ya no creo tener la capacidad de hilar ideas… y lo que quisiera en este momento es poder escribir algo más inspirador… del corazón!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *