EN EL MUNDO DEL PRÍNCIPE AZÚL

Hay momentos en donde a uno le caen 20´s grandes. Hoy me doy cuenta de que llevo tiempo en busca de respuestas, en busca de acciones, en busca de la versión 2.0 de mi. Hoy me doy cuenta de que me cae un 20 grande. Alicia 1.0 termina en estos días, no se qué día exactamente y no necesariamente por que quiera (porque crecer es difícil también) sino porque necesita ese cambio.

Llevo casi 20 años soñando con mi Príncipe Azul, soñando con poder compartir mi vida con alguien, poder hacer esos sueños que no dependen sólo de uno sino que necesitan del otro.

Durante esos 20 años la realidad, supongo que no aparente, me ha demostrado que dichos caballeros con botas e insignias existen. He visto como hacen planes locos para entregarles su amor y su futuro a su princesa, he visto como esconden en lugares recónditos cartas de amor, he visto cómo dedican interminables horas en preparar un regalo, he visto como inventan idiomas para comunicarse, he visto como le dan significado a figuras para decir te amo, he visto como crean historias de amor para complacer a su amada, he visto como planean constantes sorpresas, he visto como un viaje en coche se convierte en un viaje a la luna, he visto como están ahí a pesar de las circunstancias, he visto como cuidan y apapachan, he visto como comparten, he visto y mucho.

Hoy después de recopilar toda esa información durante más de 20 años me doy cuenta de que yo probablemente no me he encontrado al mío porque durante esos casi 20 años lo he empujado demasiado. Soy una persona que quizá pide demasiado, que no quiere quedarse con las ganas y que lucha contra corriente por tener una realidad distinta a lo predicho. Pero no se si también eso es lo que ha hecho que ese príncipe salga corriendo, se sienta presionado, huya, se paralice, etc.

Quiero ser valorada por lo que soy y lo que hago no por lo que dejo de hacer, quiero decisión en mi vida porque ya tuve demasiada indecisión de mi parte, quiero compartir y construir mis sueños con quienes amo, quiero ser escuchada y quiero escuchar, quiero que quieran construir conmigo y quiero ser sorprendida, pero también quiero sorprender y construir con el otro, quiero que también me jalen a mi no ser solo la que jala, quiero que me den mi país de las maravillas y quiero dárselo al otro, quiero ser feliz y sobretodo quiero desbordar de felicidad y que mi corazón desborde de emociones, pero también necesito que el otro sea feliz y su corazón desborde de felicidad por estarlo compartiendo conmigo. Quiero que me canten “Bella” pero sobre todo quiero no tenerlo que pedir o que esperar, quiero que algún día ese príncipe azul que me debe de estar esperando por ahí para compartirnos nuestra felicidad me sorprenda y nunca tenga que pedirme algo que le falta o yo a él porque para mi esa es la clave del éxito.

Yo por mientras tengo que empezar a ponerle un plan de acción a mi vida, a todos mis sueños y así poder disfrutar cada segundo de ellos mientras se vuelven realidad.

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