Estoy leyendo un libro bastante bueno, y he de confesar que tengo el hábito de mientras leo subrayar y anotar a un lado lo que el escritor o mi subconsciente me hacen pensar mientras paso de palabra en palabra.
El día de hoy, en la antesala de una junta leí una frase que hoy me trae con la materia gris ocupada y luego cuando iba en el coche escuché otra que causó el mismo efecto (además de que estaba ligada a la primera). Decían más o menos así (el libro está en mi coche y mi memoria a corto plazo no es la mejor): “Si viviéramos conscientes todo el tiempo de la realidad nos suicidaríamos” y “No somos víctimas sino cómplices”. Fuertes las dos.
Todo esto me llevó directamente a un archivo secreto guardado en mi cabeza que siempre ha querido tener vida de película. Sí, por clichesoso y aspiracional que se escuche siempre he querido que me sucedan cosas como en las películas. Los grandes triunfos, las increíbles historias de amor, los super guapos, las extrañas coincidencias, los tiempos exactos, los maravillosos sueños, las fantasías de ensueño, las metas alcanzadas, etc.
La vida muchas veces es complicada (por no decir fea). Simplemente les cuento mi sábado: me desperté viendo una noticia en donde un sr. guardó a su hija en condiciones insalubres por más de 18 años en un cuarto porque la mocosa (en ese entonces) metió la pata. No fue suficiente el castigo sino que el sr. la violaba y tuvo 3 hijos con ella. Luego me dirijo a una interminable junta de trabajo (de 16 horas en sábado por qué no…) donde tuvimos que tomar decisiones desde seguir adelante hasta correr gente. Pasé a una llamada de preocupación de mi madre por el estado de mi padre y a otra de mi hermano por la tristeza que lo ampara la soledad porque lo tronaron. Justo antes de irme a dormir 60 seconds presentaba la historia de un hijo de una familia de 4 que decidió armar un plan para matar a su madre, padre y hermano. No le salió del todo bien el plan y el papá no murió. Para colmo el muchachito este no sentía la más mínima culpa y el papá aún así lo perdonó. Todo terminó el domingo por la mañana cuando me entero que tengo un tío travesti.
Conclusión; quiero vida de película.
Cómo le hago?
No sé. Me emocionan las películas en donde el malo ladrón tiene una causa y todos en la sala del cine lo apoyamos por más ratero que sea. Me encanta la sensación de felicidad cuando loa amores imposibles se juntan. Me duelen los cachetes de felicidad cuando el sueño más difícil se ve resuelto. La está típica historia a la broadway donde siempre encontramos un triángulo amoroso, un protagonista y un antagonista y un problema a resolver me agrada.
Le he dado varias vueltas y creo que tiene que ver con que me gustaría protagonizar una de esas historias y no darme cuenta que si fuera consiente quizá me suicidaría.
Tengo ganas de un príncipe azul, de ganarme la lotería, de seguir mis sueños en cuanto al trabajo y volverme cheff, de viajar a lugares desconocidos y de ayudar.
Quiero ser como Kate Winslet en el commercial de American Express… at 17 I went to prison for murder, by 19 I was pennyless and heartbroken, I almost drowned at 20, my mind started to go at 24, then I had my memory erased at 28, and by 29 I was in NEVERLAND. My real life doesn’t need any extra drama. That’s why…
Por eso quiero tener vida de película!