NO TOMO CAFÉ

Nunca, ni en postres. Osea quedan fuera expresos, cortados, americanos, europeos, capuchinos, machiatos, moka, frapuchino, mocachino, eclair de café, carlota de café, tiramisú o cualquier alimento, crema, medicina o estupefaciente que contenga altos concentrados de cafeina. Así que no entiendo cuando una persona dice: “Es como un café recién hecho a media noche mientras te preparabas para un examen” o “Lo primero que hago cuando me levanto es tomarme mi cafecito”. En primero lugar wakala, no me gusta, se me hace un sabor amargo, como si chupara una moneda vieja hecha caldo; en segundo, y más interesante aún: me droga. Así, literal, me imagino cosas, sudo, me dan ataques de angustia y la paso RE mal.

Por lo cual no tomo ni he tomado ni tomaré café en mi vida. Tampoco fumo, lo detesto, vivo con 3 chimeneas que no respetan ni el cuarto de la tele. Y no me gusta el whisky. Así que me puedo sentir bien porque nunca llegaré a ser adulta: no funo, no tomo whisky ni café! Yujuuuuuuu… Juventud divina!

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