Estoy de acuerdo con que la fotografía es un arte y que hay muchas personas que de ella intentan vivir. Desde la fotografía de la quinceañera bajando de su “carrocalabaza” en la parroquia… hasta la fotografía de un niño de una comunidad Touareg (pa los que crean que es de la camioneta “nais” de la Volskwagen están mal) con las manos llagadas de tanto cargar.
No sólo estoy de acuerdo sino que se me hace increíble trabajo al cual le dedican su pasión.
Pero hoy me molesté con un miembro de dicha comunidad de quienes intentan vivir haciendo “click” con el dedo y diciendo “güisqui”.
Mi mamá tiene una pastelería. Linda pero chiquita. No es negocio. Lo que gana lo invierte en comprar más materia prima para los siguientes pasteles. Y recientemente por diferencia de opiniones con su “socia” tuvo que separarse de ella. Cambio de nombre y por lo tanto inversión en reimpresión de todo tipo de materiales.
Y como quería empezar con el pie derecho decidió tomar fotografías de los productos navideños (17 piezas) para armar un folleto y aumentar la venta.
Yo de ofrecida le “ofrezco” conseguir al fotógrado. “No te preocupes ma (si, le digo ma), seguro el fotógrafo que de vez en cuando (más en cuando que de vez) trabaja para mi oficina nos puede hacernos el favor o cobrarnos muuuy barato. Hasta le puedo llevar las cosas a su estudio”
Confiadota, hablo hoy con el GRAN fotógrafo y me comenta que son $1,500 por foto (Y todavía se le ocurre decirme que me “está haciendo precio amigo”, imáginese si no) y que además se las tengo que llevar a su casa (por esa cantidad debería de él hacer los pasteles) y llevar props porque el no tiene (y no vienen incluidos en el precio).
Ahora si, que como dicen en el argot “me vieron cara de turista”. Y tendré que conseguirme a un amigo/no fotógrafo a que me saque de este apuro al que yo ya me comprometí.
En fin, si alguno de ustedes es fotógrafo, no se manche cuando los amigos le piden un favor.