Pocas son las veces que nos (bueno me) sentamos a revisar todo lo que en un día sucede; y hoy quiero escribir de todo lo que mi día de ayer tuvo que me hizo pensar. Bueno, no todo (no os espanteis), sino algunas cosas curiosas que sucedieron.
Ayer fue lunes (lo anoto porque hoy es algo sumamente obvio pero cuando lea esto en 5 años no voy a saber por la simple fecha) 8 de octubre. Mi día empezó tan temprano como estar ya entrenando a las 6:30 de la mañana. Así es, mientras muchos de ustedes seguían con Morfeo, yo decidía ponerle fin a los kilos de más. Mi sorpresa. Por no haber dormido bien, haber subido uno que otro kilo y traer unos cuántos kilos de presión; mi cuerpo no aguantó dicho entrenamiento y calló en desmayo. Miles de neuronas muertas. Dios, espero no seguir desmayándome, sino voy a entregar a una idiota en pocos años jaja!.
En fin, concluyó repentinamente el entrenamiento.
Y mientras me arreglaba veía las noticias en el periódico. NO LO PUEDO CREER. De verdad el ex candidato a la presidencia de la república hizo trampa en su maratón. Me cae que eso se trae en la sangre, el señor es un verdadero cerdo. No tiene idea de cómo hacer las cosas sin hacer trampa; y lo peor, ni eso le sale bien. Que pena! Que pena ser su pariente, su amigo, su conocido, haber votado por él, ser priísta, madrazista o haber pensado que hubiera sido mejor presidente de FECAL. Ahora, no cabe duda que pasa hasta en las mejores familias. Ya tenemos ahí también a Marion Jones, ultramedallista con truco. Tuvo también que regresar el premiesote. Pero por lo menos está última no atenta con querer ser presidenta, jefa de partido político, burócrata y demas mengambreas posibles. Dios los mantenga a fuego lento una vez que se despidan de este mundo que aún tiene personajes que creemos en que no todo está enlodado.
Pero bueno, trago amargo (doble por el desmayo) en el gimnasio. Pero aún me quedaban más de 12 horas de día.
Las horas pasaban y el día estaba siendo llevadero. Mi plantita sensitiva volteaba hacia la ventana y no hizo falta encender el calentador.
Llegué a amena junta en Microsoft y me agradó lo tecnológico e inteligente que son sus oficinas. Aquí lo único que llamó mi atención de manera especial fue que me sorprendiera el punto, porque estamos en este Nuestro México acostumbrados a que aunque sean de Lucent Technologies las oficinas, sean parecidas a las de Obrador en tiempos de gloria.
Siguieron pasando las horas y me enteré que mi hermano había renunciado. Nooooo! Y ahora quién podrá ayudarnos… (y el chapulín no sale por ninguna puerta) Dice que está arto del mundo corporativo, de que nadie respete tus ideas y de que seas un simple número de nómina que sirves o te echan. Quiere poner un restaurante de comida corrida. No estoy de acuerdo. Siento que es desperdicio de talento. En fin, allá él. Espero sepa que lo que necesite (menos $ jaja, no , no es cierto) aquí ando. Mientras circularé su currículum jaja!
Después tuve chance de mandar mails, comer (mole de olla y moros con cristianos light jaja), juntitas, pendientes y me salí temprano de la oficina.
Tenía que terminar la quema de calorías del día (por orden médico por quien ya estaba burlándose) y decidí regresar al gimnasio. Ahí sucedió el segundo trauma (Madrazo y su continua trampa el primero). Estaba yo en moderna caminadora viendo Charlies Angels (qué bueno es!!!) y sólo me dividía un vidrio con la clase de “spinning”; “Cycle Reebok” para los cuates del “Sport City”. (que por cierto, a quien asista a tan afamado gimnasio no vaya a Loreto en la tarde, se sobreponbla de pubertas con uniforme!!!! Alexander Bain, Sagrado Corazón, Asunción, de todo!!!) En fin, me encontraba en minuto 40 (principales jaja) y de pronto veo que el “maestro” de “spinning” está calentando con sus pupilos para empezar una tortuosa hora de pedaleo. Y de pronto… tarán… jala la parte superior de su pants y se los arranca como striper. Se los juro. Lo peor es que casi caigo. Necesitaba el rewind de la vida, y no lo encontré. Pero lo hizo. Jaló sus pants como striper y siguió pedaleando. Ahí a mera clase. Y se quedó con unos minibikers que apenas y cubrían sus “partes”. Que horror de gimnasio, no vayan. Parece “table” en vez de un lugar donde nosotros los gordibuenos vamos a quemar calorías.
De ahí (muerta) me fui a mi casa. En el momento que toqué el sillón de la tele me salieron todos los achaques del ejercicio.
Por cierto cuando uno hace ejercicio cardiovasculas (alias cardio) parece que el tiempo no avanza; cuando uno tiene que hacer hora y media de cardio en aparatito complicado llamado “Arc Trainer” ve cada segundo como una hora.
Me bañe (pa quitarme la mugre) y cene (las calorías que quemé en el día).
Ya en mi cama pensaba en dos cosas. Una, que creo que mi mayor cualidad es mi mayor defecto. Y es que soy demasiado apasionada. Y la segunda tenía que ver con los “What Ifs..” Pero de eso les platico mañana porque me aguarda “arto” trabajo.