CLASES DE CANTO Y BAILE

Siempre he querido incursionarme en estas artes; y no para alguna ocasión en especial, sino simplemente para que cuando se ofrezca uno este recién sacado de brillo y para disfrutar el proceso.

Pero bailar y cantar de todo; desde bachata colombiana hasta rock and roll gringo. Por supuesto pasando por rancheras, pop, cumbia, tango, trova y demás. Algunas mezcladas entre sí y otras solo bailadas o cantadas.

Pero imagínense poder echarse un tango como Al Pacino en Perfume de Mujer o bailar a Shakira (no tan bien como ella por supuesto), como Diego Luna en Baile Caliente.

Y de cantar ni se diga, no pido mucho ja!, pero podría ser como Alicia Villareal, Lupe D’Alessio, Shakira ☺, Nora Jones, Lolita Cortés, Charlotte Church e incluso Laura Paussinni.

En fin la cosa es que me gustaría y por eso ya tengo los teléfonos (primer paso) de ambas clases. Ahora manos a la obra, a hablar y a empezar a raspar piso y afinar garganta; porque CON USTEDES SEÑORAS Y SEÑORES, NIÑAS Y NIÑOS…

AHORA MI ABUELA

Y ayer hace un año escribía esto:

De nuevo nos reunimos con ustedes, nuestra gran familia, para celebrar la vida!!!

Esta noche queremos hablar de nuestra Querida Abuela Aurora…
De la vida, del amor, del encuentro profundo y del compromiso.

Hace pocos días nos reuníamos con ustedes para celebrar la vida del Abuelo Manuel…

Y hoy los invitamos, para que de igual forma celebremos la vida de nuestra Madre, Abuela, Bisabuela, Suegra, Tía, Amiga y Compañera… Serena, festiva y de gran apoyo.

Cualquier prueba de amor por encima de lo que ha pasado no existe.

Todos hemos sido testigos de un compromiso… de una gran entrega… del mejor acompañamiento… de amistad y la lealtad.

Pocas veces hemos visto un acompañamiento tan fuerte, tan cercano, tan profundo y tan cariñoso.

En los últimos días hemos sido cómplices del amor y de las ganas de vivir…de la entrega y la esperanza… del caminar juntos y de la mano, con un rumbo común y proyectos acuestas.

Del poder de iniciar sueños en conjunto, madurarlos y ver sus raíces crecer fuertes para después cosecharlos.

Dos seres humanos que convivieron, gozaron, lloraron, vivieron y sobretodo amaron.

Y hoy eso es por lo que queremos celebrar y dar gracias.

Hoy queremos recibir sus bendiciones y que éstas nos ayuden a tener la fuerza para seguir avanzando juntos, de la mano por toda la eternidad.

Hoy queremos que en paz, podamos caminar.

Y queremos que todos sean testigos del amor de Manuel y Aurora, que nos enseñaron que en lo simple y en lo bello esta la riqueza y el amor.

MUCHOS DICEN QUE FUE AMOR DE VERDAD, QUE MI ABUELA NO PUEDO VIVIR SIN MI ABUELO Y POR ESO A LOS CUATRO DIAS DECIDIO ELLA IRSE. FUE MUY FUERTE, MUY MUY FUERTE PARA LOS QUE AQUI NOS QUEDAMOS. PERO SI AMARA YO A ALGUIEN COMO ELLOS SE AMABAN ME HUBIERA GUSTADO HACER LO MISMOS. LO UNICO QUE YA NO QUIERO ES QUE MI EQUIPO DE ANGELES DE LA GUARDA SIGA CRECIENDO JA!

EFEMERIDES

Hoy hace un año escribí esto; hoy hace un año que mi abuelo murió…

89 años… parkinson…. Veía poco, oía poco, no podía caminar y últimamente no podía ni comer solo… ni respirar sin oxígeno… Parece que el se liberó del sufrimiento y esto consuela solo un momento…

Yo no quería que se fuera nunca! ¿Por qué tiene que ser así?
Algo dentro de mi se ha roto… los pedazos dentro de mí hablan de manera incongruente… veo imágenes… siento y pienso cosas diferentes en cada momento…

En algunos momentos soy “razonable” y pienso que se ha liberado del sufrimiento, que no era justo vivir así, que eso no era vida, que vivió una vida plena, etc. etc.

En otros momentos estoy muy enojada, tengo ganas de romper y de aventar cosas, me contengo y aparecen las lágrimas… ¿Por qué se van las personas que uno quiere? ¿Por qué me tengo que despedir de quién ha sido mi referencia en la vida? ¿Por qué tantas pérdidas? ¿Qué sentido tiene querer si acaba siempre en el dolor de la pérdida? Y pienso que soy muy egoísta… pero no me importa es lo que me pasa…

En otros momentos aparecen imágenes de mi vida con él, aparecen sus manos tibias que me dieron seguridad en la vida, aparece su sonrisa y su capacidad de disfrutar la vida… su sonrisa que enfrenta la vida con solidez y optimismo… siempre hablando del futuro como una posibilidad, con su confianza en mi y en el género humano… siempre vamos a mejor…

Lo recuerdo disfrutando… de una buena comida, de un buen libro, de un día de campo, de un orange crush en Chapultepec después de vernos andar en bicicleta en una mañana de domingo, de una comida familiar, de un buen programa de radio, del aire acondicionado del coche o su oficina, de un postre hecho por mi abuela o por nosotros, de horas trabajando de carpintero en la cochera, de un descubrimiento científico, de una novedad tecnológica… de los momentos de tomar fotos, de hacer sus sesiones de transparencias… de sus viajes… de las comidas en familia, de las bromas con sus hermanas, de una partida de dominó… me alegro tanto de recordar su sonrisa… su disfrute por la vida.

Recuerdo también su amor por mi abuela, su cuidado, su ternura… no había falta peor que hablarle mal a ella… recuerdo sus conversaciones interminables dándole ánimo… su sostén para que siguiera con su vida… su apoyo incondicional.

Aparecen imágenes de su pasión por sus convicciones y la contención de sus impulsos para respetar a otros… aparece el hombre apasionado por sus ideas y sus creencias y con un corazón grande y tibio que da un giro amando a los que amaba por encima de las ideas.

No era perfecto… era un hombre… a veces nos lastimó con su pasión por sus creencias… y lo recuerdo pidiéndome perdón y aceptándome en la diferencia. Lo vi sufrir preguntándose ¿que he hecho mal? ¿Qué dejé de hacer que mis hijos no hacen lo correcto?… lo vi también pasando por alto estas preguntas y disfrutando de la compañía.

También lo recuerdo orgulloso y sonriente, ancho como una lechuga al vernos crecer, disfrutando nuestros logros como si fueran suyos.

Es curioso… creo que cada uno de los que vivimos con él tuvimos una relación especial y diferente con él… mi abuela, cada uno de mis tíos, mis primos y yo, los agregados ahora hermanos, sus hermanos, nietos, bisnietos, sobrinos, compañeros de trabajo… cada uno de nosotros guarda algo especial de él dentro de si…

Veo como en una película la historia que compartimos el y yo… creo que fue una historia de pocas palabras, palabras que tuvieron un gran efecto sobre quién soy hoy… y de mucho cariño… que también tuvo grandes efectos en mi.

Recuerdo…

Sus caricias con sus manos tibias que hacían contraste con mis manos frías… me han hecho sentir segura.
Sus juegos y conversaciones animadas sobre matemáticas y ciencia que despertaron mi curiosidad…
Sus palabras “tú puedes”, que me dieron seguridad en mi capacidad de salir adelante.
Cuando decía… “no te preocupes yo te ayudaré”…. en situaciones en las que me sentí rebasada por la circunstancia… me enseñó a confiar.
Ante una pelea nos decía “donde uno no quiere, dos no pelean”… y me ayudó a ser responsable de mis actos.
Al mandarme al rincón hasta que me contentara me ayudó a vivir en paz y también limitó mi capacidad para hacerme cargo de la violencia.
Sus argumentos y sus preguntas sobre los míos, entre otras cosas, me dieron fortaleza.
Verlo leer me regaló una gran afición de mi vida.

Que puedo decir… fue un hombre, solo un hombre…. Y sin embargo creo que hoy traigo la calidez de sus manos en mi piel, su curiosidad en mis ojos y en mis oídos, su pasión en mi pecho que hierve, su fortaleza en mis huesos… y la visión positiva que me regaló… en mi corazón.
Su silencio en mi boca, a veces prudente… a veces distante y solitario….

Fuimos muy parecidos y muy distintos… el creía cosas que ahora yo no creo… y otras muchas en la que yo también creo…… creo que nos respetamos, nos admiramos y nos quisimos…

Realmente no se si esto es así o no, no sé… y no importa… es lo que siento hoy, lo que viene a mi mente y a mi corazón…

Estoy triste, muy triste porque ya se fue, porque no lo veré mas, porque no podré saludarlo y decirle hola abuelito!!, porque no podré pensar que regalarle y darle un momento feliz, porque no podré escuchar sus palabras “te mando muchos, muchos besos”, “¿cuándo vienes? Te quiero ver”, porque no podré sentir sus manos en las mías y sus besos en mi cara, porque no podré volver a acariciar su cuello, su pelo, su espalda, sus manos… porque ya no esta aquí….

Estoy frágil, algo pasa en mi cuerpo… se ha ido mi referencia de toda mi vida…. siento que parte de mi fortaleza se ha ido…

Estoy muy agradecida por todo lo que me dio, por su calor, su respeto, y su fortaleza. Por la vida que es mas rica que todas estas palabras.

Espero que el haya sentido mi cariño, mi admiración, mi respeto, mi agradecimiento…quiero honrar su vida, su esfuerzo, su humanidad… quiero mantenerlo conmigo…

Lo he querido mucho, pero mucho… lo he admirado y respetado…. Y agradezco a la vida la oportunidad de haberlo tenido como mi abuelo…

Y también recordar a los que se fueron hoy hace 22 años en está Ciudad (disque) de la Esperanza!

DECIR QUE NO

Al mexicano promedio no nos enseñaron a decir que NO!

Y es que si nos ponemos a pensar; desde chiquitos había que ser condescendientes. Si tu abuelita te ofrecía una probadita de goulash húngaro la mamá (Giny) detrás nos supervisaba con mirada de águila para que no fuéramos a despreciar tan “elegante” platillo. Ahí no importaba si habíamos comido una bolsa de Churrumais o Crujitos 2 minutos y medio antes, o si detestábamos el sabor a tierra de los chícharos; había que decir que SI!.

También años más tarde cuando un amigo nos ofrecía un “toque” de su cigarro, cómo le íbamos a decir que no, poníamos cara “supercool” y le dábamos el “llegue” al tabaco (jaja ahí si presumo de haber dicho siempre no jeje).

O peor aún; años más tarde cuando comenzábamos a ingerir alcohol etílitico (jaja) nos “presionaban” para echarnos “una cubita más”. … ándale, la última y nos vamos!… Y simplemente ascendíamos con la cabeza y decíamos “pues oooorale”; cuando probablemente esa era la que justo nos ponía pésimo, la que no nos debimos de haber tomado!

Y peorcísimo aún (jaja) cuando el novio, galán o “onenightstand” nos seducía hasta estar en el “point of no return” y acabábamos haciendo “cosas” que no queríamos.

Ejemplos hay miles, los que se casan sin querer, los que tienen hijos sin pensar, los que trabajan en algo que no les gusta, los que son “forzados” a hacer cosas que no quieren, los que gastan sin tener, etc. etc. etc. Y todo por no tener la capacidad emocional e intelectual de saber decir que NO!!!

APRENDAMOS, ENSEÑÉMOSLE AL OTRO A NO HACER LO QUE NO QUIERE, A DECIR QUE NO!!!

CASA DE MIS ABUELOS

Desde chica fui muy apegada a mis abuelos paternos, mi mamá es la más chica de 6 mujeres y la penúltima de 8 hermanos. Era, según sus hermanos grandes; “la consentida”. Comía ahí por lo menos dos veces a la semana. Los miércoles y los sábados. Y el año pasado, después de 89 años mi abuelo decidió irse allá arriba. Lo curioso (triste y feo para la familia) fue que mi abuela decidió seguirlo a los 4 días. No pudo vivir sin él. Unos dicen que fue o es una bonita historia de amor; para mi, estuvo fuerte.

Pero la casa de mis abuelos sigue ahí. Como si nada hubiera pasado. Las muchachas, la cocinera y la vida permanecen. Los cuadros están puestos y se riegan las macetas todas las mañanas.

Yo sigo diciendo que voy a comer a casa de mis abuelos aunque ellos ya no estén y ya no sea su casa. Y es curioso; porque aunque la despedida tan repentina y al mismo tiempo de los dos fue muy fuerte, el hecho de que la casa y todo su entorno (o casi todo) siga ahí, da cierto sentimiento de confort o reconfort.

Mañana voy a ir a comer a “casa de mis abuelos”, que más bien hoy por hoy es casa de la muchacha y la cocinera que vivieron ahí por más de 45 años junto a mis abuelos, tíos y mi mamá.

Y todo esto me puso a pensar en cómo nos cuesta trabajo desprendernos de las cosas y de la gente. Lo segundo es entendible, lo primero me confunde.

Por cierto, se come delicioso… sabor a recuerdos quizá!