DECIR QUE NO

Al mexicano promedio no nos enseñaron a decir que NO!

Y es que si nos ponemos a pensar; desde chiquitos había que ser condescendientes. Si tu abuelita te ofrecía una probadita de goulash húngaro la mamá (Giny) detrás nos supervisaba con mirada de águila para que no fuéramos a despreciar tan “elegante” platillo. Ahí no importaba si habíamos comido una bolsa de Churrumais o Crujitos 2 minutos y medio antes, o si detestábamos el sabor a tierra de los chícharos; había que decir que SI!.

También años más tarde cuando un amigo nos ofrecía un “toque” de su cigarro, cómo le íbamos a decir que no, poníamos cara “supercool” y le dábamos el “llegue” al tabaco (jaja ahí si presumo de haber dicho siempre no jeje).

O peor aún; años más tarde cuando comenzábamos a ingerir alcohol etílitico (jaja) nos “presionaban” para echarnos “una cubita más”. … ándale, la última y nos vamos!… Y simplemente ascendíamos con la cabeza y decíamos “pues oooorale”; cuando probablemente esa era la que justo nos ponía pésimo, la que no nos debimos de haber tomado!

Y peorcísimo aún (jaja) cuando el novio, galán o “onenightstand” nos seducía hasta estar en el “point of no return” y acabábamos haciendo “cosas” que no queríamos.

Ejemplos hay miles, los que se casan sin querer, los que tienen hijos sin pensar, los que trabajan en algo que no les gusta, los que son “forzados” a hacer cosas que no quieren, los que gastan sin tener, etc. etc. etc. Y todo por no tener la capacidad emocional e intelectual de saber decir que NO!!!

APRENDAMOS, ENSEÑÉMOSLE AL OTRO A NO HACER LO QUE NO QUIERE, A DECIR QUE NO!!!

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