TULUM II

El día que llegué a Tulum un conocido me dijo que Tulum hace pensar hasta a el más pendejo. Primero no entendí bien a bien por qué tan tajante conclusión. Luego de unas horas comprendí.

La verdad es que quienes venimos a descansar de las vidas atarantadas de la ciudad poca actividad encontramos aquí (no existe la banana, el “le movemos la panza”, el “llévelo, llévelo” de la artesanía, canal de las estrellas, tvnotas, el tamarindo 2×5 o 3×10 ni nada por el estilo) lo cual es maravilloso. Podemos admirar el mar, podemos leer si es que somos prevenidos y trajimos algo interesante, podemos escuchar música si contamos con algún gadget tecnológico, podemos comer delicioso, tener una plática chida y PENSAR (con esta vista uno siempre acaba en esto).

Para los que aquí viven, la situación es similar. El día tiene, como saben (mos) jaja, 24 horas; los mayitas y los extranjeros (todo aquel que no sea tulumense) trabajan 8 horas por lo que les quedan 16 libres. Con el calor que hace y la poca brisa duermen 5 o 6 horas y las otras 10 terminan pensando. No se preocupan por comer porque meten la mano al mar y sacan una langosta o levantan el brazo y obtienen plátanos. No hay nada que hacer en su pueblo y les sobra el dinero (cobran re caro) por lo que tienen que PENSAR qué hacer con la lana.

Uno filosofa (me mataría Goddard si me escuchara decir esto, QEPD) con una vista maravillosa. Yo, a pesar de la compañía (muy buena) terminé PENSANDO! Qué estoy haciendo de mi vida, hacia dónde quiero ir, cómo llegar, etc.

Creo que en los últimos meses mucho he recapacitado al respecto sin llegar a una conclusión clara. Mi mejor amigo dice que esperemos a diciembre, espero tener la paciencia. Me imagino con un restaurante y trabajo en publicidad, quiero tener hijos joven y sigo viviendo con mis papás, quiero una maestría y no tengo el título de licenciatura por no querer aventarme un pleito meramente burocrático, quiero hablar alemán y no termino el francés, quiero la casa de “mis sueños” y no se ahorrar ¿!?!?!?! Creo que voy en dirección contraria a lo que quiero.

Y ahora, quién podrá ayudarme??? Y lo repito y el chapulín colorado no sale detrás de la puerta. Chaaaale. Creo que ahora si lo tengo que hacer yo solita!

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