Hoy quiero darle gracias a la industria de la “creatividad” que me/nos permite tener una oficina en una casa habitación. Así es, sin uso de suelo, con sala, comedor, cocina, cuartos, vestidores, baños, cuarto de tele, jardín y patio.
Mi “oficina” es un cuarto. Seguramente el cuarto de el hijo grande porque es el “mediano”, osea, no el chico. Tiene baño, con regadera y tina. Tiene “harto” closet, aquí el único problema es que el tubo pal gancho no me sirve para mis carpetas, así que hay que modificarlo.
Pero bueno, no nos vayamos a otro tema. El hecho es que hoy estaba trabajando desde muy temprano en mi “cuartooficina” y de pronto una ardilla se instaló, literal, en mi balcón (jaja como de Romeo y Julieta). Ahí durmió un rato y hasta se comió los cacahuates (japoneses porque eran los únicos que tenía) que le di.
Qué maravilla tener esta “licencia”, compadezco a aquellos que trabajan en “minicubículos” con vista a otros “minicubículos”, que lo único verde que pueden ver son sus post its!
Válgame Dios jaja! Plantemos un árbol y propongamos más licencias para que podamos ver cosas más bonitas a media mañana y no tengamos que poner naturaleza como salvapantallas desktops.